Coordenadas: 39.053253,-4.060286
Esta es una de esas joyas escondidas que sólo descubres por casualidad o porque alguien te lo cuenta. Un día me fui a comprar un coche a Ciudad Real y mi amigo Jesús Racionero, que es de por allí, me dijo que tenía que ir obligatoriamente a comer a La Parrilla en Picón. Y así lo hice.
Tuvimos que esperar hora y media en la barra rodeado por vino de la zona (las bodegas Pago de Vicario están a pocos kilómetros) y refunfuñes de mi chica. Pero cuando nos trajeron aquel arroz a banda todo cambió: se fueron las nubes, el sol brilló como nunca y todos los malos rollos se transformaron en pájarillos canturreando. ¡Sublime!
Además no fue nada caro. Regresamos a Madrid por la carretera de Porzuna a Toledo, pasando cerca de Cabañeros, un destino que tengo pendiente de visitar.
Salud y rocanrol
martes, 6 de octubre de 2009
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