lunes, 28 de septiembre de 2009

Irigoien Sagardotegia

Coordenadas: 43.285081,-1.932596

Sagar(manzana), sagardo(sidra) y sagardotegia(sidrería) son tres de las pocas palabras que conozco en euskera. Todas ellas las he aprendido gracias a mi colega Carlos Varona y a sus amigos.

Uno de ellos es Iñaki Irigoien, el propietario actual de la sidrería Irigoien en Astigarraga. Iñaki es tan majo como buena es la sidra que elabora, y el acompañamiento sólido que ofrece no le va a la zaga: tortilla de bacalao, bacalao frito con pimientos, chuleta y queso con membrillo y nueces, lo que viene siendo, hasta donde yo sé, un menú típico de sidrería en Guipúzcoa.

Antiguamente, la sidrería Irigoien estaba dentro de Astigarraga y era conocida como Herrero. Era un caserío pequeño, con sabor añejo y olor a historia. Si soy sincero, debo reconocer que aquella sidrería tenía encanto y, aunque las nuevas istalaciones son estupendas y tratan de conjugar tradición y modernidad, les falta el toque que sólo el paso de los años le da a estos lugares.

Salud y roncanrol!

sábado, 26 de septiembre de 2009

La Manduca

Coordenadas: 40.434557,-3.659103.

La Manduca es uno de esos bares de los que sales oliendo a comida. Es pequeño y estrecho y siempre está lleno. ¡Y no me extraña! Es el sitio perfecto para llenar la tripa antes o después de un evento en la Plaza de las Ventas.

Lo primero, saben tirar las cañas, algo difícil de encontrar hoy en día: despacito, sin prisa, con ese dedito de espuma que sólo sale cuando quien la tira le pone todo su cariño.

Lo segundo, tienen raciones enormes y tostas de tamaño barra de pan (atentos a la imagen). Mi favorita es la de la imagen, brie con escalopines de ternera. Y no esperéis fritanga: solomillitos de cerdo, jamón ibérico, salmón ahumado...

Y lo tercero, por orden, que no por importancia, los gintonics de postre son escandalosos: vaso ancho, limón en los bordes, bombay sapphire y ganas de que te guste.

La Manduca es un sitio para ir al menos una vez. Espero que no os defraude. Salud y rocanrol.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

La Barra y La Lumbre del Cacique

Coordenadas: 40.514734,-3.652392

Anoche fue la fiesta de inauguración de La Barra del Cacique, el último local que ha inaugurado la familia Feldmann en La Moraleja. Ya conocía La Lumbre del Cacique, el otro local que regentan en la misma Plaza de la Moraleja y, aún conociendo el gusto de Erika e Ignacio por la calidad y el buen trato, lo que encontré me pareció extraordinario.

En primer lugar, la fiesta fue al aire libre y con música, interrumpida en dos ocasiones por un estupendo grupo de percusión. Para beber, desde los típicos vino y cerveza hasta una serie de deliciosos cocktails, servido todo ello en dos barras. Además, manzanilla, escanciada directamente del barril por un venenciador, y Estrella Damm Inedit, una cerveza creada por Damm y el equipo de El Bulli. Y para picar: jamón y lomo ibérico cortado en el momento, ajoblanco (riquísimo) y salmorejo, pinchos de carne roja y merluza... ¡y hasta leche frita!

Pero lo mejor, la compañía. Con buena compañía todo sabe mucho mejor.

Más adelante os contaré qué comer en La Lumbre del Cacique, aunque cualquier elección será buena. Salud y rocanrol.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Zamora - Tierras de Sayago

Coordenadas: 41.411667,-6.076601

Las Tierras de Sayago están en la zona suroeste de la provincia de Zamora. Es una zona muy tranquila cuyo mayor atractivo son los Arribes del Duero. En Fresnadillo, uno de los pueblos más pequeños de la zona, está la casa rural Los Vettones.

En Los Vettones no falta ningún detalle. La comida es excelente y el trato inmejorable. Juan, el dueño, es un tipo majo, majo, majo y su mujer cocina... ¡cómo cocina!. Tanto es así que este es en el único lugar del mundo donde yo he comido coliflor. Además, mi estancia allí fue en plena temporada de moras y la zona está llena de zarzas.

Los Arribes del Duero es un enorme y precioso cañón que las aguas del Duero han ido labrando y que hace las veces de frontera natural entre España y Portugal. Muy cerca de los Arribes se encuentra el Puente de Requejo o puente pino. Me contaron que fue diseñado por el mismo Eiffel pero por lo que he leído no es así, lo cual no quita para que merezca la pena ir a verlo.

Finalmente, al sur del Sayago está la villa de Fermoselle. Es un lugar por donde parece que no ha pasado el tiempo pues conserva buena parte de su aspecto medieval. Cuando lo visitamos había una feria de alimentación y pude probar la cecina de potro: ¡una delicia!

Bueno, pues, como veis, no falta de nada. Y si lo regamos todo con un vinito de la zona D.O. Toro, mejor que mejor.

Salud y rocanrol.

martes, 8 de septiembre de 2009

Benidorm I - Avenida de Ruzafa y Abraxas

Corrdenadas: 38.537635,-0.129154

Cuando le digo a la gente que soy superfan de Benidorm me miran raro. Los que meconocen saben que no me gusta ir donde va el resto y huyo de las masificaciones. De hecho, antes de conocerlo no era un destino que me apeteciese conocer. Pensaba que iba a ser como Gandía o como Torrevieja, que ya conocía y no me gustaban nada. Pero me dejé llevar y con el tiempo le he cogido el gusto.

Dos de los sitios que más me gustan en Benidorm están prácticamente uno al lado del otro, en la avenida de Ruzafa, muy cerca de la zona más antigua de la ciudad. Uno es la Sidrería Escondida, una taberna con espíritu astur donde lo mejor es el queso, la cecina y los platos de huevos con coses. El otro es el restaurante Aitona, donde sin duda lo mejor es el arroz a banda.

Además en Benidorm hay música en directo a diario en muchos locales. Sin embargo, la mejor música se escucha en uno de los templos del heavy en Levante, Abraxas. Aquí lo mejor es la música y la compañía.

Pero Benidorm da para tres o cuatro posts por lo menos. Todo a su tiempo.

Salud y rocanrol

viernes, 4 de septiembre de 2009

La Espuela, Cué

Coordenadas: 43.411682,-4.733429

Este verano hemos pasado por Asturias. Hacía mucho tiempo que no íbamos por el norte: craso error. La tierra es estupenda, la gente abierta y la comida... ¡ay la comida!

Uno de los días que anduvimos por allí, bajamos a la Playa de Andrín que es espectacular. Después de mojarme los pies jugando con Sam pusimos camino a Llanes por una carretera pequeña que pasa por Cué. Pensamos que era mejor comer de camino para evitar gentes y problemas de aparcamiento por lo que paramos en el propio Cué y nos sentamos en la terraza del bar La Espuela.

Nos atendieron estupendamente y comimos un poco de todo: cecina, patatas, croquetas y zamburiñas. Todo estupendo, el precio más que razonable y el trato magnífico.

Por la tarde, paseo por Llanes y visita a los Bufones de Pría, unos agujeros que ha creado el mar en un acantilado y por lo que sube el agua cuando las olas se ponen bravas.

Otro día más. Salud y Rocanrol.